Tuesday, June 28, 2016

El gran aliado de la depresión: la culpabilidad

La culpabilidad, ese sentimiento desgarrador del que todavía no he conseguido desprenderme completamente. En mi caso ha sido la parte más difícil de afrontar de esta situación. Por suerte, he tenido ayuda psicológica que me ha hecho entender lo que me pasaba y me enseñó que había algo que debía tener claro: “Sufrir el accidente no fue culpa mía”. Puede parecer evidente y de sentido común pero, para mi, por alguna razón que todavía no he llegado a comprender, no era tan fácil.


El sentimiento de culpa no sólo se quedaba en el accidente, sino que esa culpa se extendía a : sentirme culpable por no poder trabajar, sentirme una inútil que no podía hacer nada por sí misma. Incluso sentirme culpable por sentir dolor sin tener nada roto ni desplazado, hasta el punto de llegar a desear haberme roto alguna vértebra que justificara ese dolor y que acabara por mitigar ese sentimiento de culpabilidad. ¿Increíble, verdad? Tampoco la Mutua ayudaba, todavía sigo sintiéndome como una delincuente ya que desde el primer mes me daban el alta sin importar que tuviera dolor (porque sólo era el golpe). Por ese sentimiento de culpa cogí el alta la primera vez y por ese motivo tuve una recaída que me hizo acabar en el hospital. Ese dolor que parecía no tener causa física (según la Mutua, claro) me hacía sentir que estuviera loca, que era todo causa de mi mente. Por supuesto, mi situación mental tampoco ayudaba a mi recuperación, que la retrasaba y la complicaba. Pero no soy tan buena actriz como para simular una tortícolis, una dorsalgia, un lumbago y una ciática (todo envuelto con un bonito lazo de depresión).




Con el tiempo y la terapia he aprendido cómo puedo luchar contra ese sentimiento, como cambiar las frases que me hacían daño como por ejemplo: “no puedo trabajar soy una inútil” a tengo tiempo para recuperarme y a mi regreso volveré renovada y seré más productiva.


También debo agradecer a mis jefes y compañeros de trabajo la paciencia que están teniendo y la comprensión. En cualquier otro trabajo me hubieran dado la patada pronto pero aquí me siento valorada y querida. ¿Por qué los de la Mutua no se creen que quiero curarme y volver a mi trabajo? ¿Creen que quiero vivir del cuento? ¿Creen que quiero perder un trabajo que me gusta y que está prácticamente al lado de casa? No tienen ni idea de lo mucho que me duele no estar en mi despacho, no ver a mis compañeros y dejar el trabajo pendiente.  


De todos modos, y a pesar del apoyo recibido, la culpa sigue flotando y acechando a mi alrededor. Sólo espero vencer esta batalla porque la culpa y la depresión son un círculo vicioso que se van retroalimentando. Sin culpabilidad es mucho más fácil salir de la depresión, por supuesto, hablo de mi situación personal y no quiero generalizar.


A todos los que sientan como yo os quiero decir:

  • La muerte de un ser querido NO es culpa tuya.
  • Sufrir una enfermedad grave NO es culpa tuya.
  • Atravesar una mala situación económica NO es culpa tuya.
  • Y, por último, y más importante,  te mereces ser FELIZ.

4 comments:

Melibeate said...

Uffff....este me ha tocado donde duele :(

EPCC said...

Quédate con la frase final: sé feliz!! ;)

Unknown said...

Así es!! No hay que buscar culpables!! Nunca!!! Y menos en accidentes!!

EPCC said...

Ya ves, que la misma palabra lo dice: accidente, pero no se puede evitar.