Friday, September 09, 2016

Volviendo a la normalidad (más o menos)

Hace tiempo que no publico nada nuevo. No es por falta de interés es, más bien, por falta de tiempo. Por fin, después de casi diez meses, he vuelto al trabajo. En realidad, fue hace unas pocas semanas y, por desgracia, todavía no puedo realizar las mismas tareas que hacía habitualmente. De todos modos, vuelvo a estar activa.

Para completar mi agenda diaria sigo involucrada en la publicación de mi libro. Nunca imaginé que lo más fácil fuera escribirlo. Ahora llega el turno de lidiar con medios de comunicación, editores, patrocinadores, maquetadores... Y, por si no fuera suficiente, me empeñé en realizarlo mediante la campaña de crowdfunding (me gusta hacerlo divertido). No me puedo quejar, todo va saliendo según lo previsto pero no esperaba que requiriera un esfuerzo diario tan grande.

El mayor triunfo de todo esto es más que evidente, no hay ni rastro de la depresión aguda que me atormentó durante meses. Tampoco quiero gritar ¡Aleluya! pero estoy contenta. Como todo el mundo, tengo mis días, buenos, regular o malos. Pero lo que no me puede quitar nadie es la ilusión, ni la que tengo por publicar mi libro ni la que tengo puesta en mi faceta laboral. ¿Será por sueños? Y estoy dispuesta a cumplirlos todos, por muchas veces que caiga.



Y, hablando de que hay días de todo, ¿sabéis esa expresión de qué día más bueno, seguro que viene alguien y me lo jode? Pues bien, hoy mi día está siendo totalmente lo contrario. Y todo debido a haber empezado esta aventura. Os pongo en antecedentes: he pasado una noche terrible, con fiebre, tos, sin poder casi respirar por la congestión... Me he levantado con los ojos hinchados, sin voz y, por supuesto, con mucho sueño. Aún así, tenía ganas de llegar a la oficina y poder trabajar. Por desgracia, la cosa no ha ido a mejor. Pues bien, mi primera sorpresa tomando el té en el bar durante la pausa para el almuerzo. La dueña del bar me ha preguntado si era yo quien había escrito un libro. Y, con esto, hemos estado un rato hablando. No sólo sobre mi libro, también sobre otras personas que han conseguido triunfar en el mundo de la escritura. Sé que es posible que mi aventura literaria empiece y acabe aquí pero me ha motivado la conversación.

Después, he vuelto a la oficina y parecía que todo me salía mejor. Tan bien me iba todo que cuando me he querido dar cuenta ya era la hora de salir. Así que he recogido mis cosas y me he ido para casa. Como la espalda no me permite soportar la conducción, he decidido ir andando a todas partes. En este paseo de vuelta, agradable pero abrasador, ha ocurrido lo mejor (para mí, claro). Estaba casi llegando a casa cuando a lo lejos he visto a una mujer que al mirarme parecía sonreír. Al principio, pensé que era imaginación mía pero resulta que no. Al llegar justo a mi lado, soltó el carro de la compra y mirándome dijo:

- Tengo que decirte que escribes muy bien. - y sonríe más - Me gusta mucho cómo lo haces, no dejes de hacerlo. Te sigo por Facebook.

No puedo explicar lo bien que me ha hecho sentir, sólo le he podido agradecer sus palabras y confesarle que me había alegrado el día. Un día que no había empezado bien pero que, gracias a la gente y a esta aventura, poco a poco parece que va cogiendo color.

Aprovecho la ocasión para agradeceros a todos los que me seguís, a los que me leéis, a los que me paráis por la calle, a los que os preocupáis por mi salud..., en definitiva, a todos. Todo este sueño se está haciendo realidad gracias a todos. Espero no defraudaros y poder devolveros todo lo que me estáis aportando.